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Para el Barcelona, la misión estaba difícil de antemano. El 2-1 que había recibido en el Camp Nou frente al Sevilla en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey hacía pensar en una jornada, al menos difícil. Pero la tripleta anotada por Messi ante Tenerife por el certamen local, que dejó a Lio a un grito de llegar a 100 goles con la camiseta del equipo catalán, servía como aliciente y dejaba la puerta abierta para que los de Guardiola soñaran con dar vuelta la historia.
El primer tiempo mostró al Sevilla muy sereno, manejando los tiempos y jugando con la ventaja conseguida en la ida. Por el contrario, el Barcelona no encontró los caminos para llegar al arco defendido por Palop. Y cuando lograba hacerlo, éste se encargaba de resolver y mantener el cero.
La tónica del partido cambió en la segunda parte. Barcelona apretó los dientes y fue con todo en busca del gol. Pero recién a los 19'', se puso en ventaja por intermedio de Xavi, quien aprovechó un rebote y finalmente venció a Palop.
Como el 1-0 no le alcanzaba, el equipo catalán siguió yendo por más. Y con Messi por derecha y Henry por izquierda, tuvo buenas posibilidades de lograr el tanto de la clasificación. Pero no habría caso. Este no era el día del Barsa, Sí hasta Ibrahimovic, increíblemente, se lo perdió solito con el arco libre, luego de que el palo le negara el grito centenario a Messi...
Guardiola mal acostumbró al Barcelona a ganar todo. Por eso esta eliminación es sorpresa y, seguramente, en España, ya habrá quienes lo critiquen ferozmente, tal como sucedió luego de la derrota en la ida de esta llave.
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